Diferencias y síntomas sobre gripe, resfriado o Covid-19

Gripe, resfriado o Covid-19

Cuando llega la primavera, nos quejamos de alergia, pero cada año durante el invierno el mayor problema sanitario es el de la gripe. Aunque este año la preocupación médica se centra por completo en la pandemia provocada por el Covid-19, la gripe estacional ha sido siempre una grave inquietud entre los profesionales de la sanidad. A la situación actual hay que sumarle los resfriados, también comunes en temporadas de frío. Todos ellos tienen algunos síntomas en común, lo que puede provocar cierta confusión e incluso algo de pánico cuando uno empieza a notar alguno de ellos. Por eso es importante,  conocer las diferencias entre el resfriado, la gripe y el Covid-19, y ser plenamente conscientes de en qué momento hay que solicitar asistencia médica.

Hay que recordar que los procesos infecciosos de las vías respiratorias como las gripes o el resfriado están provocados por un virus: precisamente por esto no se trata nunca con antibióticos, que sólo actúan contra las bacterias. Tanto una gripe común como un resfriado, aunque molestos, no tienen cura; por eso es común escuchar que cuando uno tiene gripe "se le cura en una semana con medicamentos y en siete días sin ellos"; es decir, hay que dejar que pase. Los síntomas más comunes de todos ellos y que pueden compartir todas estas enfermedades son los siguientes:

  • Tos

  • Dolor de cabeza

  • Congestión nasal

  • Malestar general

No obstante, para saber de qué se trata exactamente hay que buscar las diferencias: una clave es la fiebre. Los resfriados comunes no suelen provocar fiebre, mientras que la gripe y el Covid-19 elevan la temperatura del cuerpo, es decir, generan una fiebre alta (por encima de los 38 grados). Asimismo, la gripe suele provocar dolores y molestias musculares, especialmente en brazos, piernas y espalda, además de las articulaciones. En un resfriado pueden aparecer también ciertos dolores, pero mucho más leves que cuando se trata de una gripe. Además, en un resfriado los síntomas aparecen de manera gradual, mientras que los síntomas de la gripe suele aparecer de un momento a otro.

  Otro punto en el que hay que prestar atención es la tos, ya que dependiendo del tipo de enfermedad del que estemos hablando se presenta de una u otra manera:

  • Gripe: en una gripe, la tos suele ser no productiva, es decir, tos seca

  • Resfriado: en un resfriado, la tos es más moderada y sí suele ser productiva, es decir, con flema

  • Coronavirus: la tos en las personas con coronavirus también es tos seca, sin esputo

Asimismo, si uno siente dolor de garganta, irritación en los ojos, estornudos, picor en la nariz y moqueo frecuente como cuando uno tiene alergia es síntoma casi inequívoco de resfriado, ya que las secreciones nasales son muy frecuentes en los catarros pero muy poco habituales cuando se tiene una gripe. Ahora bien, ¿podría alguien tener todos estos síntomas a la vez? No es tan habitual, pero podría ocurrir. 


Sin tos ni falta de aire pero con fiebre

La fiebre, en principio, no es motivo suficiente para llamar a Sanidad siempre y cuando se den unas circunstancias. Una persona relativamente sana puede pasar una gripe en la cama sin necesidad de pasar por la consulta, pero en ocasiones una fiebre alta puede generar 'miedo'. ¿En qué momento debe buscar uno ayuda sanitaria si tiene fiebre? En primer lugar, depende de la edad: por ejemplo, en una situación normal los médicos recomiendan acudir a urgencias cuando un bebé tiene una fiebre superior a los 39 grados, o una persona de cualquier edad si la fiebre llega a los 40 grados. Cuando la fiebre no llega a esta 'barrera', lo óptimo es tomar abundante líquido y tomar algún antitérmico.

Qué hace el jabón al Covid-19


En gran parte de los virus (y en el SARS-CoV2 también) existe una membrana exterior formada por una bicapa lipídica, una barrera relativamente impermeable al agua por esta razón, lavarse únicamente con agua no es suficiente. El jabón disuelve esa membrana de grasa haciendo que "el virus se desmorone como un castillo de naipes, haciendo que se vuelva inactivo".

¿Sólo con lavarse las manos sirve?


Esta es la siguiente duda que surge en torno a esta cuestión: ¿es suficiente con lavarse las manos más de lo habitual? Lo cierto es que no: hay que hacerlo de una determinada manera. Desde la OMS se recomienda dedicar entre 40 y 60 segundos a todo el procedimiento: para tener un 'tiempo establecido' a la hora de frotarse las manos con agua y jabón puede uno cantar mentalmente el 'cumpleaños feliz', pero no una, sino dos veces: esto hará que estemos lavándonos al menos durante 30 segundos. Asimismo, se recomienda secarse las manos después del lavado con una toallita de papel desechable.

¿El jabón es igual que el gel desinfectante?

No, definitivamente. Los "desinfectantes, las toallitas, los geles y cremas que contienen alcohol y jabón tienen efectos similares, pero no son tan buenos como el jabón". Por ejemplo, "los 'agentes antibacterianos' de este tipo de productos no afectan en absoluto a la estructura de los virus". De hecho, con respecto a bacterias (y no a virus, como el Covid-19) "no hay evidencias científicas que indiquen que el uso de jabones antibacterianos sea mejor que el de un jabón normal y agua". El uso de geles desinfectantes es recomendable en casos en los que lavarse las manos con agua y jabón no sea una opción, y siempre que la composición del producto incluya al menos un 60% de alcohol.

Si las manos están "visiblemente sucias", lo óptimo es buscar un lugar donde usar jabón y agua, antes de aplicarse el gel. El alcohol es útil para desinfectar superficies, pero nunca se debe rociar sobre el cuerpo porque puede perjudicar las membranas mucosas (como los ojos o la boca, por ejemplo).

 

En cualquier caso, el alcohol, presente en este tipo de geles, puede matar muchas bacterias y 'desactivar' algunos virus, al romper las membranas que los protegen, aunque no funciona con todos los tipos de gérmenes. En el caso concreto del coronavirus Covid-19 las recomendaciones siguen siendo las 'más sencillas': lavarse las manos con agua y jabón de manera más de lo habitual.