Enfermedades de la columna

La mayor parte de las veces, los dolores de espalda que empiezan sin ninguna razón aparente (traumatismo, caída...) se deben al desgaste propio de las estructuras que la componen.

Piensa que la columna vertebral es una de las partes "arquitectónicamente" más compleja del cuerpo humano. Está formada por 26 vértebras separadas entre sí. Son unos huesos redondos que se apilan en fila, separadas por discos intervertebrales.

 

Estenosis de canal


Con la edad, la columna se estrecha a nivel lumbar y eso comprime los nervios y la médula espinal. Puede causar dolor y calambres en brazos y piernas e incluso un dolor que llega hasta los pies.

Tratamiento: se empieza por la fisioterapia pero si no se obtiene mejoría puede ser oportuno pasar a infiltraciones epidurales o incluso recurrir a la microcirugía para liberar el espacio por donde pasa la médula espinal.

 

Hernia discal

Afecta a hombres y mujeres entre 30 y 50 años o a personas que han realizado un esfuerzo excesivo cargando peso. Los discos intervertebrales se salen de su ubicación, se deforman o se rompen debido al esfuerzo continuado de soportar el peso del cuerpo.

Tratamiento: se suele combinar un reposo parcial y breve (2-3 días) con el tratamiento farmacológico. La fisioterapia, que se realiza cuando ya ha pasado el episodio de dolor agudo, suele facilitar la recuperación.

 

Escoliosis o desviación de columna

La columna se desvía hacia uno de los lados de la espalda, afectando tanto a músculos como a ligamentos y vértebras.

Tratamiento: Básicamente requiere fisioterapia para fortalecer y equilibrar la columna.

 

Espondilosis

Se trata de una patología degenerativa de la columna en que una vértebra se desplaza sobre otra a causa de una artrosis.

Tratamiento: se suele optar por una solución conservadora, combinando fármacos para aliviar el dolor y la inflamación con fisioterapia.


6 ejercicios para eliminar el dolor cervical

Los estiramientos y ejercicios para eliminar el dolor cervical se pueden poner en práctica a cualquier hora del día, en cualquier lugar. De hecho, no es necesario tener una dolencia severa para practicarlos. Dedicarles varios minutos del día ayuda a fortalecer los músculos para prevenir que se resientan.

Giros laterales

  • Siéntate con la espalda recta apoyada en el respaldo de la silla. Coloca las manos sobre las rodillas.

  • Gira el cuello hacia la derecha, lo máximo que puedas. Trata de que la barbilla quede a la altura del hombro.

  • Regresa a la posición inicial y gira para la izquierda. Mantén unos segundos cada posición.

Flexión lateral

En la misma postura de inicio que el ejercicio anterior, el objetivo ahora es llevar la oreja derecha lo más cerca posible al hombro derecho.

La idea es que no levantes el brazo u hombro. Haz un poco de presión durante 5 segundos y deja la cabeza alineada antes de pasar a flexionar para la izquierda.

Flexión atrás y adelante

  • Este ejercicio se hace sentado en una silla (que no esté contra la pared: así los movimientos serán más cómodos).

  • Lleva la cabeza hacia atrás, como si quisieras mirar el techo.

  • Abre un poco la boca para que no haya tensión en la mandíbula.Recuerda dejar la espalda recta.

  • Regresa a la posición inicial y luego flexiona hacia adelante para tocar la barbilla con el pecho (o lo más cerca posible).

  • Para que el ejercicio surta su efecto, no encorves la espalda.

Elevación de hombros

Como te hemos dicho antes, cuando hay dolor cervical los hombros también se ven afectados.

  • Empezando en la misma posición, sentado con las manos en los muslos o rodillas, eleva ambos hombros hacia arriba para que toquen las orejas.

  • Regresa a la postura inicial y luego baja los hombros todo lo que puedas.

Estiramiento “mariposa”

Para hacer este ejercicio para eliminar el dolor cervical precisa acostarte ya sea en la cama o en una colchoneta en el suelo.

  • Lleva las manos atrás de la nuca y entrelaza los dedos. Los codos te quedarán a los laterales del rostro.

  • Lleva los brazos hacia los costados para que los codos lleguen a tocar el colchón.

Postura de loto

  • Siéntate en el suelo y entrecruza las piernas. Si es posible pon un pie encima de la rodilla contraria.

  • Deja la espalda bien recta y mantén la postura unos minutos. Al principio te dolerá bastante, pero será hasta que te acostumbres.

  • Algunas personas se ponen cojines en los glúteos o debajo de las rodillas para estar más cómodos.

  • En esa posición puedes hacer todos los ejercicios anteriores (a excepción de la mariposa) y agregar uno más: la rotación completa de cabeza.

  • Realiza un círculo imaginario con el cuello. El movimiento ha de ser lento.

  • No te olvides de abrir la mandíbula al tener la cabeza hacia atrás.