La natación y sus beneficios físicos

La natación es el movimiento y el desplazamiento a través del agua mediante el uso de las extremidades corporales y por lo general sin utilizar ningún instrumento o apoyo para avanzar. Generalmente la natación se hace para recreación, deporte, ejercicio o supervivencia.

La natación puede realizarse utilizando una amplia gama de estilos, conocida como "strokes", y estos movimientos se utilizan para diversos propósitos, o para distinguir entre las clases de natación competitiva. No es necesario utilizar un trazo definido para la propulsión en el agua, algunos nadadores inexpertos utilizan un "Nado estilo perro", este estilo se saca del movimiento de brazos y piernas, similar al que hacen los animales de cuatro patas al nadar.

Hay cuatro movimientos principales que son utilizados en competiciones de natación y en actividades de recreación de natación: el crol o estilo libre, el estilo pecho (estilo braza), el estilo espalda y el estilo mariposa. La natación competitiva en Europa comenzó alrededor del año 1800, usando principalmente el estilo de brazada.


Ramas de la natación

En las competencias pueden haber diferentes distancias, todo depende de la categoría en la que el nadador se encuentre (la categoría se define según la edad), por lo que se puede nadar desde los 25 metros hasta un kilómetro o más. Cuando se nada en este tipo de competición es posible nadar cualquier estilo de la lista. Casi todos los nadadores usan el crol frontal o el crol habitual debido a su velocidad superior. Para las competiciones de estilos, tanto si son individuales como de relevos, el estilo libre puede ser cualquier estilo salvo braza, espalda y mariposa.

Beneficios de la natación

La natación es una actividad útil y recreativa para las personas, es beneficiosa para la salud tanto a nivel físico como psíquico, es uno de los ejercicios físicos más completos para trabajar la mente y el cuerpo, mantiene en forma, fortalece los músculos y la memoria, por lo que es recomendable su práctica a cualquier edad.

Como rutina física la natación tiene una serie de ventajas para el cuerpo, entre las cuales se encuentran: rebajar los niveles de tensión arterial, mejorar el funcionamiento de la actividad osteomuscular, mejorar la capacidad respiratoria, ayudar a fortalecer los tejidos del cuerpo, mejorar la actividad del corazón, aumentar la circulación sanguínea, prevenir y aliviar enfermedades como el asma, y lesiones musculares nerviosas, relajar la musculatura, mejorar el sistema cardiovascular, el sistema respiratorio, la psique y la calidad de vida de las personas.

La natación es una actividad sin impactos, rebotes y movimientos bruscos que aporta seguridad y la baja complejidad permite su práctica a personas que por distintos motivos no pueden practicar algún deporte. La natación actúa contra el dolor en las lesiones y el envejecimiento, siempre y cuando la técnica utilizada sea la correcta.

La natación es un deporte aeróbico, ya que se mueven de forma coordinada todos los grupos musculares y se mejora la resistencia.

Produce bajo impacto sobre los huesos y articulaciones

Al sumergir nuestro cuerpo en el agua para la práctica deportiva, éste “pesa menos”, se rige por el principio de la flotabilidad y no recibe el impacto del asfalto o superficies duras al que hace frente en otros deportes. De esa forma, las articulaciones se desgastan menos y se preservan mejor.

Mayor flexibilidad y elasticidad

Al nadar utilizamos la mayoría de los grupos musculares de nuestro cuerpo, tanto el tren superior como el inferior además de tronco y cabeza, por lo que las articulaciones están más flexibles y los músculos se tonifican y fortalecen, sobre todo los de la espalda. Por eso es un ejercicio muy recomendado para quienes sufren hernias, lumbalgias o problemas de caderas.

Quema grasas

En óptimas condiciones y según la intensidad a la que se practique, con la natación se pueden quemar entre 500 y 600 calorías por hora. Por ello es habitual que se incorpore en las rutinas de quienes comienzan un programa de pérdida de peso.

Combatir enfermedades crónicas como el asma, la diabetes o el colesterol

Aprender a respirar es el primer paso para disfrutar de la natación, con cada brazada y con cada toma de aire se favorece al sistema respiratorio.

Beneficios neuronales y cognitivos

Al nadar ponemos en marcha los dos hemisferios cerebrales y los cuatro lóbulos del cerebro lo que parece que conllevar a mayor cognición, además, se producen enlaces neuronales y mayor activación del cerebro que recibe más oxígeno.

Beneficios cardiorespiratorios

La natación mejora el consumo de oxígeno hasta un 10% y el corazón puede impulsar la sangre hasta un 18% más. Esto revierte en una mejor circulación ya que disminuye la frecuencia cardíaca, mientras que los ejercicios respiratorios implican un aumento de la resistencia cardiorespiratoria.

Beneficios psicológicos

Al sumergirnos en el agua y concentrarnos en la respiración se produce un efecto inmediato: el cuerpo se relaja y se reduce la sensación de estrés, además mejoran los síntomas de la depresión.